Estudo sacado del sitio: www.biblioteca-tercer-milenio.com/genesis/Apu...
Tras un golpe de estado, accede al poder Tiglatfalasar III (744–727). Es considerado el fundador del imperio nuevo, ya que logra conquistar Babilonia, la zona del Zagros, Siria e Israel. Solamente fue vencido en Urartu.
Una explicación para estas conquistas es la utilización de una política de ocupación permanente, a diferencia de las expediciones aisladas de sus antecesores (destinadas a conseguir un botín). Establece una guerra de conquistas y el territorio ocupado es incluido en los límites de Assur y se establecen guarniciones militares permanentes en esos territorios. Para esto utiliza contingentes extranjeros.
Comienza la política de deportaciones para impedir revueltas que contribuyó a la aramización del imperio.
Durante los reinados posteriores se producirán continuas rebeliones en Siria y Babilonia, muchas de ellas instigadas por Egipto, el cual es invadido repetidas veces (674; 671; 666). Finalmente, la belicosa Dinastía XXV cushita cae y es reemplazada por una egipcia, encabezada por Psamético I.
En cuanto a Urartu, Sargón II emprende una expedición contra ese país en 714 y aunque no logra someterlo, deja de ser una amenaza para Asiria.
Elam, que había recuperado su potencia, es atacado y la ciudad de Susa incendiada en 645.
Entre 627 y 612 se produce una sucesión ininterrumpida de guerras civiles en Asiria, y cuando intervienen los medos el país ya estaba exhausto. En 626 Babilonia recupera su independencia bajo una dinastía caldea y en 625 Ciaxares logra unificar a las tribus escitas y persas. Finalmente ambos estados se convierten en aliados y atacan la capital asiria, Nínive en 614. Finalmente, los últimos restos del imperio asirio y sus aliados egipcios son derrotados en Harran (610).
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